Existen dos motivos principales por los que una planta suculenta muestra un aspecto deshidratado: por falta de riego y por exceso ¿Deshidratada por exceso de riego? Pues sí, vamos por partes:
Falta de riego
Algunas veces, para no excedernos en el riego, pecamos por defecto. En estos casos observaremos sus hojas arrugadas y delgadas.
Para solucionar este problema bastará con aumentar los riegos, pero ¡cuidado! No queramos compensar la falta de agua regando como si no hubiera un mañana, ya que probablemente conseguiremos que sus raíces se pudran. Tened en cuenta que las plantas en general, y sobretodo las suculentas, se recuperan más fácilmente de la falta de riego que del exceso. Así que, hasta que la planta se recupere, dejaremos que el sustrato se seque levemente antes de regar de nuevo. Una vez recuperada, dejaremos que el sustrato se seque entre un riego y el siguiente (una vez seco el sustrato no prolonguéis este estado demasiado tiempo, ya que la suculenta volverá deshidratarse).
Algunas suculentas necesitan deshidratarse, es el caso de los Lithops o las Fenestrarias. En estos géneros dejaremos que sus hojas se arruguen un poco antes de aplicar agua, ya que si regamos cuando están turgentes provocaremos grietas o pudriciones.
Exceso de riego
La deshidratación no siempre será por falta de riego, de hecho, puede ser por el motivo contrario, el exceso: Si nos excedemos en el riego, con el tiempo provocaremos que las raíces se pudran y dejen de ser funcionales, por lo tanto, la planta no podrá tomar el agua del sustrato aunque esté mojado y la parte aérea se deshidratará.
Para solucionar este problema debemos sacar la planta de la maceta, retirar el sustrato de las raíces, eliminar las raíces muertas o incluso cortar la parte aérea directamente si las raíces si estuvieran muy dañadas. A continuación plantaremos los tallos rescatados en una maceta con sustrato nuevo, ya que probablemente existan hongos en el antiguo sustrato. Si hemos cortado todas las raíces mantendremos el sustrato húmedo hasta que enraíce nuevamente. Si solo hemos retirado algunas raíces dejaremos que el sustrato se seque ligeramente antes de regar. Pasadas unas semanas o cuando la suculenta haya enraizado, reduciremos los riegos (de tal manera que solo aportaremos agua cuando el sustrato se haya secado).
En el vídeo que muestro a continuación detectamos y solucionamos este problema: