Esta planta está viva y no es un Lithops. Este aspecto momificado tiene lugar cada año. Quédate hasta el final de este artículo y te mostraré a Conophytum truncatum y también sus cuidados.
Existen diferentes estrategias que permiten la vida vegetal en zonas áridas del planeta: tener cubiertas duras, desarrollo semienterrado, presencia de tallos carnosos y carencia de hojas para minimizar la pérdida de agua. Englobando varias de estas estrategias, podemos encontrar al género Lithops, cuyos cuerpos están formados simplemente por dos hojas muy pequeñas, compactas y crasas.
Los Conophytum se parecen a los Lithops
Los Lithops, en su etapa juvenil, suelen tener dos hojas fusionadas y una abertura central. Posteriormente, con el paso de las mudas, aparecerán las dos hojas diferenciadas. Sin embargo, hay plantas que mantienen estas hojas fusionadas durante toda su vida. Es el caso de este Conophytum, este género engloba cientos de especies y tiene un ciclo anual parecido y, a la vez, diferente al de los Lithops.
Ciclo anual del Conophytum
En su hábitat natural, durante los meses frescos y lluviosos, esta planta florecerá y crecerá. Durante los meses secos y calurosos, se mantendrá en reposo y mudará. Además, esta piel seca le ayudará a protegerse de la radiación solar intensa.
Ciclo anual en el sur de España
Voy a comentarte cómo se comporta el Conophytum aquí, en el sur de España, con un clima mediterráneo:
- En primavera, las hojas del Conophytum empezarán a secarse y se quedarán como un pellejo seco que protegerá a las hojas nuevas que surjan. Este proceso se llama muda y, durante este tiempo, no es recomendable regar las plantas.
- Con la llegada del verano, la cubierta estará totalmente seca. A partir de aquí, hay personas que dan riegos esporádicos, otras que pulverizan y algunas que no riegan en absoluto. Todo depende de cómo quieras adecuarte a su ciclo natural y, por supuesto, de tu clima.
- Si hemos mantenido al Conophytum totalmente seco, llegados a finales de verano retomaremos los riegos. Las nuevas cabezas, al hincharse con los riegos, romperán la cáscara seca. Veremos algunas cabezas que han duplicado su número.
- Poco a poco, estas cáscaras irán desprendiéndose y, cuando llegue el otoño, florecerán.
Cuidados del Conophytum truncatum
- Durante la muda (primavera): No regaremos.
- Tras la muda: Podemos regar una vez a la semana o cada dos semanas si el sustrato es mayoritariamente mineral, hasta que llegue el frío.
- Con la llegada del frío: Reducimos la frecuencia de riego.
- A finales de invierno: Cuando el mal tiempo remita, aumentamos la frecuencia de riego. Eso sí, al llegar la muda no se riega.
- Protegerlo de las heladas: No es demasiado sensible al frío, pero no es recomendable que le caiga una helada directa.
- Sustrato adecuado: Podemos utilizar una mezcla para Lithops o una mezcla para cactus que sea mayoritariamente mineral.
Iluminación
Yo mantengo al Conophytum protegido del sol con una malla blanca de sombreo del 50%, es decir, aportando la misma iluminación que a los Lithops. En general, necesita sol, pero no demasiado, porque podría quemarse. Si no tienes malla de sombreo, lo ideal es aportarle algunas horas de sol directo cada día y protegerlo en verano.
Fertilización
Podemos fertilizar a principios de primavera o finales de invierno, dependiendo del clima, es decir, antes de la muda. También podemos hacerlo en otoño. Un fertilizante líquido para cactus y otras suculentas puede venir bien. Si hemos trasplantado ese año, no será necesario fertilizar, a menos que usemos un sustrato inerte sin nutrientes. En ese caso, sí hay que fertilizar con el agua de riego.