Hace algunos años, cuando empecé a incorporar cactus a mi pequeña colección, intenté buscar un invernadero donde resguardarlos en invierno (ya que en mi zona suelen caer heladas y la temperatura nocturna ronda los 0ºC). Tiempo atrás había construido una especie de invernadero o zona de sombreo para mis otras suculentas. Básicamente era un cuadrado fabricado con perfiles metálicos de estantería (sujeto con tornillos) y malla de sombreo del 50-70%.
Sin embargo, lo tenía difícil para cubrirlo de plástico (ya que el techo era plano) así que me puse a buscar algún invernadero económico, compré el típico invernadero de Outsunny de Amazon. Evidentemente “lo barato sale caro” y una lluvia fuerte me hundió parte del techo. Lo remendé en numerosas ocasiones e incluso me duró más de una temporada pero al final tuve que desmontarlo.
Entonces decidí buscar un invernadero más profesional y compré el Invernadero I4 de MiInvernadero (VER ARTÍCULO DE PRODUCTO). Me ha ido bastante bien con él y actualmente se encuentra a rebosar de plantas, sin duda he aprovechado al máximo sus 16m2 (4x4m de base). Tenían invernaderos más grandes pero el espacio de que disponía era limitado. También coloqué una malla anti-hierba, una malla de sombreo blanca del 50% y en verano el plástico de las puertas lo sustituí por una malla metálica.
El inconveniente que le veo son las altas temperaturas que se alcanzan en el interior durante los meses cálidos (aunque me temo que ese problema lo tendría con cualquier invernadero). Dado que carece de ventanas, debemos abrir sus dos puertas para que ventile (o sustituir el plástico por una malla metálica como hice yo). Para que os hagáis una idea, me encuentro en una zona con clima mediterráneo y durante el verano pasado se alcanzaron treinta y tantos grados en el interior del invernadero (y excepcionalmente 40-42ºC). Por cierto, la temperatura anterior es con las puertas abiertas por completo (así que imaginad si las cerramos).
Esas temperaturas, aunque altas, son tolerables por la mayoría de mis plantas. En verano mantengo abierto el invernadero y el invierno cerrado (abriendo periódicamente para ventilar y sacar el exceso de humedad). El problema viene en los meses de transición, es decir, cuando hace el suficiente frío como para cerrar el invernadero, pero no lo bastante como para evitar que en el interior del invernadero se alcancen altas temperaturas. Para solucionar esto, compré un pequeño ventilador solar y aunque funciona perfectamente, no baja la temperatura de forma significativa. El próximo invierno probaré con otro más grande.