¿Cómo regar suculentas en macetas? ¿Cómo regar cactus? Puede que hayas buscado información sobre los riegos de alguna planta (ya sea en Internet o en libros) y has encontrado algo como: “Mantener el sustrato ligeramente húmedo”. ¿No es frustrante tal ambigüedad? A mí, así me lo parecía, al menos al principio. Yo quería saber aproximadamente cada cuantos días se riegan los cactus y otras suculentas, sin embargo, debes tener cuidado con este tipo de recomendaciones, ya que sólo serán ciertas si te encuentras en una zona con las mismas condiciones ambientales (temperatura, humedad, iluminación, etc) que el autor/a de dicha información.
También influirá el sustrato que tenga tu maceta y el material con que esté fabricado el recipiente: las macetas de arcilla cocida son muy porosas y facilitarán la aireación del sustrato (esto es algo positivo pero también produce una mayor evaporación y pérdida de agua). Por el contrario, esta aireación no sucederá en macetas de plástico o macetas de arcilla cocida totalmente pintadas.
Además, también debemos considerar que el riego cambia a lo largo del año. Por ejemplo, un cactus del género Rebutia deberá permanecer con el sustrato seco durante los meses invernales (reposo invernal), aunque pierda turgencia y se arrugue un poco. De primeras, esto puede parecer un poco cruel, pero nada más lejos de la realidad, ya que este período de reposo le permitirá florecer correctamente con la llegada de la primavera.
¿Cuándo regar a las plantas suculentas?
El tema del riego es de vital importancia para las suculentas, ya que la mayor parte de las pérdidas se deben a un exceso de riego. Pero no te preocupes, ya que el riego general de las suculentas es muy sencillo (y digo “general” ya que en siguientes apartados veremos algunas excepciones).
Para no excedernos en el riego, las suculentas se riegan cuando se haya secado el sustrato y no antes. De esta manera no importará el clima, el tamaño de la maceta o su material, ya que estaremos regando cuando la planta lo necesita. ¿Cada cuanto se riega un cactus? Igual que en el caso anterior, los cactus se riegan cuando el sustrato se haya secado por completo, pero dejaremos que pasen mínimo 5-7 días entre riegos aunque el sustrato se haya secado antes.
¿Cómo saber si el sustrato está seco?
Podemos comprobar si el sustrato está seco o no utilizando varios métodos de la sabiduría popular:
- Introducir un palillo de madera en el sustrato, si sale manchado es que el sustrato todavía está húmedo y no necesita riego.
- Introducir la punta del dedo en el sustrato, si no notamos nada de humedad será el momento de regar. Por supuesto, a mayor profundidad quedará algo de humedad, aunque esto no será tan grave. Lo que no podemos hacer en ningún caso es regar a una suculenta con el sustrato ya húmedo. Si el sustrato está compacto y no puedes clavar tu dedo, puede que el sustrato que tiene tu planta no sea el adecuado, ya que será demasiado compacto. Esto suele suceder cuando empleamos tierra de jardín arcillosa en nuestras macetas.
- En macetas pequeñas y con sustratos ligeros podemos guiarnos por su peso, ya que mojada aumentará bastante. Este método no es tan efectivo y no servirá en macetas demasiado grandes o con sustratos que contengan gravas o materiales pesados (ya que no notaremos demasiada diferencia).
- Por último, podemos comprobar la humedad del sustrato palpándolo a través de los orificios de drenaje, ya que esta parte de la maceta será la última que se secará. Este método solo podemos utilizarlo cuando no hayamos aportado gravilla en el fondo de la maceta. Cuidado, a veces hay bichitos en el fondo de la maceta.
Con el tiempo cogerás experiencia y sabrás cada cuantos días se seca el sustrato según la época y la maceta, y no necesitarás estar haciendo los anteriores métodos, lo cual es un alivio, sobre todo conforme la colección de suculentas aumenta. En el caso de las Faucarias, Titanopsis, Aloinopsis y algunos otros géneros de la familia de las Aizoáceas, deberemos cuidar especialmente que el sustrato esté bien seco, ya que son más susceptibles a las pudriciones. Si no estamos seguros de que el sustrato esté seco podemos regar cuando empiecen a perder turgencia y se muestren finas arrugas en su superficie. También habrá casos de suculentas que toleran algo más de agua, como por ejemplo la Aptenia cordifolia.
¿Cuándo regar Lithops?
Los Lithops tienen un ciclo de vida estricto y debemos respetarlo para que se desarrollen correctamente. Además, Si nos excedemos con el riego o está expuesto a la lluvia, pueden aparecer grietas en su superficie.
- Durante la muda, que tiene lugar normalmente en invierno – principios de primavera, no los regaremos (es normal que se arruguen un poco). Una vez que las hojas viejas se hayan secado, ya podemos retomar los riegos. Además, pondremos a los Lithops a cubierto de la lluvia.
- Durante la primavera y el verano el Lithops crecerá. En este periodo regaremos cuando pierdan turgencia y se muestren arrugas en los laterales de su cuerpo.
- Durante el verano, si las temperaturas superan los 40ºC suspenderemos los riegos, ya que estas plantas suculentas entrarán en una especie de letargo.
Riego y sustrato
Riego y sustrato son dos elementos muy relacionados. Por ejemplo, un suelo arenoso habrá que regarlo de manera más frecuente que a un sustrato arcilloso, ya que el primero deja pasar con facilidad el agua, mientras que el segundo la retiene. Los trucos mostrados en el apartado anterior, servirán en la mayoría de casos, ya que nos permitirán regar solo cuando la planta necesite más agua. Sin embargo, lo ideal sería buscar o hacer un sustrato adecuado, que no se seque ni muy rápido, ni muy lento y sobre todo que no se compacte, ya que entonces se dificultará el paso del agua, el desarrollo de las raíces y disminuirá la cantidad de poros llenos de aire.
Podemos comprar un sustrato comercial para cactus y otras suculentas (no será ninguna maravilla pero nos servirá). Otra opción es realizar nuestras propias mezclas utilizando diferentes materiales del mercado. En este último caso deberemos tener en cuenta que el sustrato para suculentas deberá tener 3 elementos: alimento, retención de agua y drenaje.
- El alimento, es decir, los nutrientes que la planta necesita, lo aportará la materia orgánica. Ésta puede ser compost, humus, estiércol, etc. Estos materiales deberán estar siempre maduros, ya que de no ser así, podemos perjudicar a la planta.
- La retención de agua la aportarán materiales como la turba, la fibra de coco o similar. Aunque en poca cantidad, las plantas suculentas también necesitan retención de agua.
- El drenaje lo proporcionarán diferentes arenas o gravas. En el mercado existen multitud de tipos y formatos. En plantas adultas el tamaño de grano no debe superar un centímetro.
Existen multitud de “recetas” pero lo ideal sería experimentar y ver cual te va mejor, ya que cada clima es diferente y las condiciones ambientales (temperatura, humedad) variarán según la zona.
¿Cómo regar plantas crasas?
Existen diferentes formas de regar a las suculentas. Hay experiencias con el cultivo hidropónico, no obstante, a nivel particular podemos regar de dos formas principalmente.
- Por riego sobre la superficie: es el método básico. Debemos procurar agregar suficiente agua como para que todo el cepellón se moje y el exceso de agua salga por el agujero de drenaje. Si tenemos un plato debajo de la maceta, tras escurrir el agua debemos retirársela. En el caso de aportar poca agua y de que no se moje todo el sustrato estaremos concentrando las raíces en torno al área que se humedece, ya que el resto permanecerá siempre seca.
- Por inmersión: Se coloca la maceta sobre un plato o recipiente y se vierte agua. En este caso el agua ascenderá mediante capilaridad. Tras comprobar que el sustrato se ha humedecido deberemos retirar el agua no absorbida del plato para evitar encharcamientos.
¿Cuál es la mejor manera de regar las macetas?
¿Qué es mejor regar las plantas por arriba o por abajo? Depende de tus circunstancias. El riego por inmersión se suele usar sobre todo en semillas recién germinadas para no mover o dañar las jóvenes plántulas con el impacto del agua. También en grandes cultivos donde existen miles de macetas sembradas y se riega inundando las mesas que los sostienen por medio de un sistema especializado. Por último, los cactus que han llevado a cabo un reposo invernal, puede que los primeros riegos deban ser por inmersión, ya que algunos sustratos tienden a contraerse al secarse (la turba por ejemplo se vuelve algo impermeable al secarse por completo).
El agua es un bien escaso, para evitar la evaporación y pérdida de agua, regaremos al amanecer o al atardecer. En épocas invernales evitaremos regar demasiado tarde, ya que podemos perjudicar a las raíces si se mantienen mojadas durante el frío de la noche y las heladas. El riego a principios de primavera para las especies que realizan un reposo invernal deberá ser paulatino. Para ello, a finales de invierno – principios de primavera pulveriza la superficie de las plantas o dale una leve ducha con la regadera. De esta forma estaremos estimulándolas y tras esperar una semana, ya podemos empezar a regar de forma habitual.
Las raíces también respiran
La plantas consumen dióxido de carbono y producen oxígeno mediante la fotosíntesis, sin embargo, también necesitan oxígeno para vivir, así que tomarán una parte de este oxígeno incorporándolo a través de los estomas. Las raíces de las plantas, al igual que su parte aérea, también necesitan oxígeno y lo tomarán de los gases existentes en la tierra o sustrato. El sustrato de nuestras plantas tiene multitud de huecos a los que llamaremos poros, algunos serán microscópicos y otros de mayor tamaño. Estos poros, cuando no están llenos de agua, contendrán aire, que podrá ser aprovechado por las raíces de las plantas. Tras regar y que el exceso de agua salga por el agujero de drenaje, algunos poros contendrán agua y otros aire, pero… ¿Qué ocurre cuando el sustrato está totalmente anegado de agua? En estas circunstancias todos los poros estarán llenos de agua y la planta no podrá tomar el oxígeno que necesita.
Algunas plantas, como las denominadas plantas “palustres” crecen en zonas pantanosas y están adaptadas a vivir con sus raíces anegadas de agua, o incluso las plantas acuáticas, que viven totalmente sumergidas. Estas plantas tienen ciertas estrategias que les permiten sobrevivir en esas condiciones. Una de estas estrategias es tener almacenes de aire en su interior, o tener ciertas partes flotantes, como las hojas de los nenúfares, que les permiten incorporar y transportar los gases que necesitan. No obstante, las plantas terrestres y especialmente aquellas adaptadas a vivir en zonas secas del planeta, carecen de estas estrategias y perecerían en estas condiciones. ¿Qué pasaría si se riega demasiado una planta terrestre? Pues algo similar a lo anterior, las raíces no podrán tomar todo el oxígeno que necesitan y la planta empezará a mostrar problemas
Síntomas del exceso y de la falta de agua
Un riego en exceso de manera continuada conllevará a la aparición de problemas en la planta, normalmente pudriciones tanto en las raíces como en la parte aérea.
¿Cómo saber si la planta tiene exceso de agua?
En estos casos, las hojas tomarán un color marronáceo o traslúcido y se terminarán cayendo (No confundir con las quemaduras solares). Podemos tener problemas de hongos asociados, aunque éstos también pueden aparecer aunque tengamos un riego adecuado, cuando la humedad ambiental es alta o en presencia de las excretas azucaradas de algunas plagas (como pulgones o cochinillas).
¿Qué hacer con una suculenta con exceso de agua?
Un exceso de riego detectado a tiempo se solucionará dejando que el sustrato se seque entre riegos consecutivos. Sin embargo, si tienes una planta en un estado bastante avanzado, no la des por perdida todavía. En estos casos podemos utilizar el siguiente truco: Toma un vaso o un recipiente y añade la mitad de agua y la otra mitad de agua oxigenada (el peróxido de hidrógeno que podemos encontrar en botiquines y supermercados). Este agua rica en oxígeno puede salvar la vida de una planta asfixiada por el exceso de riego. Si la planta tiene áreas que han empezado a pudrirse, deber cortarlas hasta dejar solamente las partes sanas. Estas partes puedes plantarlas para enraizarlas.
Algunas suculentas tienen una gran capacidad de absorber el agua del sustrato y cuando nos excedemos en el riego son propensas a “estallar” mostrando en su superficie grietas. Es el caso por ejemplo de los Lithops o las Fenestrarias. Si recuperamos un riego adecuado, las grietas cicatrizarán y la planta sobrevivirá. Los lithops mudarán sus hojas cada año, así que nos libraremos del aspecto antiestético de las grietas. En la imagen os muestro una Fenestraria ya recuperada de un exceso de riego.
¿Cómo saber si estoy regando poco una planta crasa?
También suele pasar el caso contrario: muchas veces no queremos excedernos en el riego y aportamos menos agua de la que la planta necesita. En este caso empezará a consumir sus reservas, por lo que observaremos hojas delgadas, lacias y con pequeñas arrugas en la superficie. A veces es difícil diferenciar el aspecto de una hoja arrugada por el exceso de riego y una arrugada por la falta de agua. Las hojas deshidratadas por falta de agua no suelen cambiar de color (quizás un color más apagado que el original), por el contrario, las hojas que empiecen a pudrirse mostrarán un aspecto translúcido o marronáceo.
En el caso de que sea un cactus presentará las costillas muy marcadas. A este fenómeno se le denomina pérdida de turgencia. Los casos de falta de riego tienen más fácil solución que los de exceso, ya que estas plantas tienen una alta resistencia a la sequía y se recuperan rápidamente. Bastará con aumentar los riegos, pero ¡cuidado! No quieras compensar en un día todo lo que no regaste en semanas, ya que probablemente conseguirás que sus raíces se pudran. Hasta que la planta se recupere, dejaremos que el sustrato se seque levemente antes de regar de nuevo. Una vez recuperada totalmente, dejaremos que el sustrato se seque entre un riego y el siguiente (una vez seco el sustrato no prolonguéis este estado demasiado tiempo, ya que la suculenta volverá deshidratarse).
Una última opción es que la planta muestre un aspecto deshidratado debido a que un exceso de agua pudrió sus raíces, volviéndolas no funcionales, pero sin afectar a la parte aérea. Cuando veamos una suculenta con su parte aérea deshidratada pero con el sustrato húmedo, o cuando aumentamos los riegos y no vemos mejoría en varios días, puede ser que las raíces de la planta se hayan podrido. En este caso deberemos extraer la planta del sustrato y comprobar el aspecto de sus raíces. Podemos comprobar este hecho en la imagen que os muestro a continuación. Se trata de una Hatiora gaertneri.
Al tirar de la planta hacia arriba, ésta salió sin dificultad, ya que apenas quedaba nada de sus raíces. La solución a este problema es esquejar la planta, es decir, cortarla en trozos, dejar que cicatricen los cortes al menos un día y plantarlos en sustrato húmedo. Dado que se encuentra en un estado de deshidratación no deberá recibir luz directa del sol. Además, si pulverizamos agua sobre su superficie podemos favorecer su recuperación. Algunas suculentas necesitan deshidratarse un poco antes de ser regadas, es el caso de los Lithops o las Fenestrarias.
Períodos de riego especiales
Como ya dijimos, el riego cambiará dependiendo del clima, del sustrato y del tipo de maceta, sin embargo, también variará en los casos especiales que describiré a continuación.
¿Cuándo se debe regar la suculenta después de trasplantar?
Cuando realizamos un trasplante solemos regar inmediatamente después, no obstante, esto no siempre es recomendable. En el sustrato, sobre todo si empleamos compost o tierra de jardín, donde existen gran cantidad de microorganismos (algunos beneficiosos para nuestras plantas y otros perjudiciales). Los micoorganismos perjudiciales encuentran en el agua un vehículo de trasporte hacia el interior de la planta. Unas raíces sanas tienen mecanismos de defensa que evitan que éstos entren al interior de la planta, sin embargo, si las raíces han sido dañadas, pueden entrar a través de las heridas.
Podemos hacer una clasificación informal de los trasplantes en dos grupos:
- El primero se refiere a los trasplantes que realizamos sin modificar el cepellón, como por ejemplo, cuando sacamos el cepellón de una maceta para colocarlo en otra mayor. En este caso no dañamos las raíces, simplemente añadimos sustrato hasta rellenar la nueva maceta. Tras esto podemos añadir agua sin problemas.
- En el segundo grupo estarían los trasplantes donde cortamos parte del cepellón o recortamos las raíces. En estos casos, es preferible esperar varios días después del trasplante antes de regar, así nos aseguramos de que la heridas cicatricen. No te preocupes por esto, ya que las plantas suculentas tienen reservas de agua y no se deshidratarán en esos días.
Riego pre-injerto
El injerto es una técnica que consiste en unir las partes de dos especies diferentes de tal manera que actúen como un solo individuo. El portainjerto, también llamado pie o patrón, será la especie que aporte la raíz. Mientras que el injerto será la que se unirá y contendrá las yemas que queremos desarrollar. Los injertos son un apartado bastante interesante dentro del mundo de las suculentas. El caso más típico es el injerto que consiste en un Gymnocalycium de colores sobre un cactus columnar. En realidad, sobre un cactus columnar podemos hacer muchas otras combinaciones siempre que sean especies de la familia cactácea.
Para lograr una adecuada unión de las dos especies necesitamos realizar cortes limpios, utilizar herramientas convenientemente desinfectadas y que ambas partes estén en buenas condiciones. En este sentido deberemos regar a las plantas que queremos injertar una semana antes de realizar la operación, de esta forma conseguiremos dos cosas: que el injerto tenga reservas suficientes para mantenerse (hasta que logre unirse y alimentarse del portainjerto), y que al estar turgentes sea más fácil el buen contacto entre ambas partes.
Riego en la estación fría ¿Cómo regar una suculenta en invierno?
¿Cuándo duermen las suculentas? Muchas de las plantas crasas que se comercializan pueden permanecer durante todo el año con temperaturas relativamente cálidas. Éstas seguirán activas y será necesario regarlas. Sin embargo, habrá especies (normalmente pertenecientes a la familia cactácea) que necesitan un periodo de letargo o hibernación con cierto frio y sin riegos. Pongamos algunos ejemplos:
- Pueden pasar el invierno en un lugar cálido y seguir regando con moderación a los géneros Aloe, Gasteria, Haworthia, Kalanchoe, Senecio, Conophytum y Pachypodium. También los cactus de los géneros Arrojadoa, Aprocactus, Discocactus, Epiphyllum, Frailea, Melocactus, Rhypsalis y Schlumbergera. Las Euphorbias tienen necesidades diversas y habrá que informarse en cada caso.
- Deberían pasar el invierno en un lugar fresco los géneros Mammillaria, Rebutia, Stenocactus, Echeveria, Pachyphytum, Echinopsis, Lobivia y Tephrocactus. Para los cactus Mammillaria y Rebutia es de vital importancia el reposo invernal, ya que durante este periodo generarán las yemas florales que florecerán la siguiente primavera. El resto de especies citadas deberían poder pasar el invierno en lugares frescos, aunque esto no condicionará su floración.
- Los géneros resistentes al frío y que pueden pasar el invierno en exterior soportando bajas temperaturas son Delosperma, Sedum, Sempervirum, Yucca, Maihuenia, Opuntia y Orostachys. Dado que algunas especies pueden necesitar protección contra la lluvia sería recomendable informarse en cada caso.
- Las especies que pueden pasar el invierno tanto con frío como con calor serían Echinocactus, Ferrocactus, Gymnocalycium, Notocactus, Lophophora y Selenicereus.
¿Cuántas veces se riegan las suculentas en invierno?
A los cactus y otras suculentas que no necesiten reposo habrá que seguir regándolos, pero con menor frecuencia. Aunque no soy muy fan de este tipo de recomendaciones, para el invierno haré una excepción, ya que la evaporación será menor y deberemos espaciar bien los riegos. Seguiremos la siguiente regla para el riego de suculentas en maceta:
- Si la maceta tiene un diámetro de 10 centímetros o menos, regaremos cada 2-4 semanas.
- Si tiene un diámetro comprendido entre 10-20 centímetros, regaremos cada 3-4 semanas
- Si tiene un diámetro superior a 20 centímetros regaremos cada 4-8 semanas.
¡OJO! Si han pasado el tiempo indicado arriba y el sustrato sigue húmedo, NO RIEGUES.
Riego de suculentas recién germinadas
Los cactus y otras suculentas recién germinadas necesitan humedad constante en el sustrato. Muchas veces cometemos el error de regar de manera muy frecuente estos semilleros, sin embargo, las raíces también necesitan respirar. Por tanto, mantén este sustrato húmedo pero no empapado de agua, es decir, riégalo cuando empiece a secarse. Normalmente los semilleros se suelen regar pulverizando el agua o por inmersión para no mover o dañar las jóvenes plantas. Esta humedad iremos disminuyéndola conforme crezcan los plantones. A continuación te daré unas pautas generales.
- Durante y tras el germinado las jóvenes suculentas necesitan humedad constante. Normalmente se suele cubrir el semillero con un film o una cubierta transparente para crear un ambiente adecuado.
- Tras 6-10 semanas desde la germinación ya empezaremos a ver la forma verdadera de las plantas. Podrán recibir el sol directo del amanecer o el atardecer (con precaución). Podemos abonar con la mitad o un cuarto de la dosis recomendada en el envase. Dejaremos destapado el semillero un par de horas al día. De vez en cuando podemos dejar que el sustrato se seque.
- A los 3 meses de edad dejaremos los recipientes totalmente destapados y dejaremos que el sustrato se seque entre un riego y el siguiente.
- Tras 5 meses ya iremos acostumbrándolos al sol (poco a poco).
Cultivar suculentas en agua
Anteriormente ya hemos hablado sobe la importancia de que las raíces tengan sustratos porosos y no encharcados para evitar la asfixia radicular. ¿Cómo es posible entonces que se puedan cultivar suculentas solo en agua? Se puede conseguir dejando parte de las raíces sin sumergir. Para ello llenaremos de agua parcialmente el recipiente, de tal manera que la mitad superior de las raíces quede al aire, tal como se muestra en la imagen.
Al cultivar sin sustrato, deberemos añadir los nutrientes que la planta necesita al agua. En el mercado podemos encontrar diferentes productos destinados a la hidroponía que podemos utilizar. En el caso de las suculentas, dado que su requerimiento de nutrientes es normalmente menor, aportaremos la mitad de la dosis recomendada en el producto. Además, sería conveniente experimentar con estas cantidades ya que las necesidades pueden variar de una especie a otra. Las ventajas de este tipo de cultivo en agua es que la planta tendrá siempre disponibles los nutrientes en el medio líquido, por lo que podrá incorporarlos fácilmente y por tanto, crecerá un poco más rápido. Las desventajas es que deberemos cambiar periódicamente el agua añadiendo nutrientes nuevos y que pueden aparecer algas verdes en las paredes del recipiente, en el agua o en las raíces, dando un aspecto muy poco estético. Además, tened cuidado al poner estos recipientes al sol, ya que el agua puede calentarse bastante y terminar cociendo a las raíces.
PH del agua y del sustrato. Acidificar el agua de riego.
Esta técnica consiste en acidificar un poco el agua de riego para bajar el pH del sustrato.
¿Qué es el PH?
El pH es un indicador que nos dice lo ácido o alcalino que es una sustancia o material. El pH se designa con números que van del 0 al 14, siendo el 7 neutro. Por ejemplo un valor de 13 nos indicaría que la sustancia es muy alcalina, por el contrario, un valor de 1 nos indicaría que la sustancia es muy ácida. El pH influye en la disponibilidad de nutrientes, pudiéndose dar el caso de que tengamos un sustrato rico en nutrientes pero inaccesible para las plantas. La mayoría de nutrientes estarán en formas aprovechables por las plantas con un pH ligeramente ácido, de 5.5 a 7 y conforme nos vayamos alejando de éste, la disponibilidad de nutrientes irá disminuyendo.
¿Qué le hace el vinagre a las suculentas? ¿Qué pasa si le pongo limón a una planta? ¿Qué pasa si riego mis plantas con agua con vinagre?
En algunas web de jardinería recomiendan agregar un ácido natural (vinagre o limón) en pequeña cantidad al agua de riego, asegurando que se observarán buenos resultados en las plantas. Esto sólo es parcialmente cierto y deberemos tener en cuenta varias cosas:
- Si nuestro sustrato es alcalino, al aportar este agua ligeramente ácida veremos buenos resultados, ya que bajará el pH y se pondrán disponibles para nuestra planta los nutrientes que antes no lo estaban.
- Será algo temporal, ya que como dijimos anteriormente el sustrato amortiguará este cambio por diferentes procesos. Es mejor centrarse en hacer un sustrato de pH adecuado.
- Si aportas agua acidificada y nuestro sustrato ya tenía un pH correcto, podemos perjudicar a la planta.
Por tanto, si queremos llevar a cabo este método sería muy aconsejable tener un medidor de pH de algún tipo, para asegurarnos de que nuestro sustrato realmente necesita este truco y que el agua que aportemos no sea demasiado ácida.
Conclusiones sobre el riego de cactus y otras plantas crasas
Para mantener nuestras suculentas en buenas condiciones, le aportaremos un sustrato con buen drenaje y con nutrientes, regaremos dejando que el sustrato se seque entre un riego y el siguiente, la ubicaremos en un lugar muy iluminado, ya sea con sol directo o no, y nos informaremos en cada caso para ver que requerimientos especiales tiene cada especie en concreto. Tras llevar a cabo estas consideraciones solo nos queda ver como se desarrollan y florecen estas fascinantes plantas. Te deseo un ¡Buen cultivo!