Lobivia winteriana es un pequeño cactus originario de Perú, donde crece a altitudes de 3000 msnm. Suelen crecer solitarios, aunque a veces ramifican desde la base, especialmente los de más edad. Presentan un tallo de color verde grisáceo, de joven globular y posteriormente algo cilíndrico. Posee numerosas costillas (en ocasiones hasta 19). Su raíz principal es engrosada y también acumula reservas de agua. Mostrará flores grandes, con forma similar a un embudo y de color fucsia brillante.
Cuidados de Lobivia winteriana
En general es una especie fácil de cultivar pero presenta un crecimiento lento. Se desarrollará bien en lugares soleados, con algo de sombra en verano. Necesita riegos regulares en su época de crecimiento y aumentándolos en verano, aunque siempre dejando que el sustrato se seque entre un riego y el siguiente. Durante el Invierno llevarán a cabo una especie de reposo, que beneficiará a la posterior floración. Para ello, conforme se aproxime el invierno, iremos disminuyendo los riegos hasta suspenderlos y lo protegeremos de las lluvias (de esta manera pasará los meses invernales con el sustrato seco). Soporta hasta -10 °C durante cortos períodos de tiempo.
Dado que es sensible a la pudrición por encharcamiento de agua, le aportaremos un sustrato con un buen drenaje (se puede utilizar un sustrato comercial para cactus y otras suculentas). Se puede trasplantar cada 2 años o cuando la maceta se le quede pequeña. Buscaremos una maceta profunda para acomodar correctamente su raíz. Suelen ser atacados por las cochinillas y la araña roja (ácaro). También pueden sufrir infestaciones de hongos, que se desarrollarán gracias a las excretas de las plagas anteriores y aprovechando su estado de debilidad. Podemos propagarla mediante semillas sembradas a finales de invierno o principios de primavera (cuando ya no haya heladas).